al-Qaeda en el Sahel

Se trata de un territorio desértico donde resulta prácticamente imposible establecer una base militar fija que controle la zona ya que las condiciones de vida son de enorme dificultad, con temperaturas extremadamente altas durante el día, prácticamente sin recursos alimenticios y de comunicaciones casi inexistentes; a un Gobierno le costaría más caro mantener una base militar o dependencias policiales en la zona que luchar contra el terrorismo por otros medios. Sin embargo, al-Qaeda o, más habría que decir, los salafistas argelinos de los que han heredado su doctrina y a los que se fusionaron para controlar el Magreb, conocen las dificultades de las Administraciones de los Países de la zona por lo que se aprovechan de tal circunstancia estableciendo campamentos móviles y creando rutas de abastecimiento que igualmente cambian según las necesidades del momento. 

 Reclutan a muyahidines en Europa Occidental, en especial en España e Italia, por su cercanía geográfica al Magreb y en el caso de España también por sus importantes vínculos con esta Región del norte de África. La población magrebí en ambos Países se acerca a los dos millones de personas y con la nueva política contra la inmigración irregular en Italia así como los cada vez más numerosos conflictos laborales en España protagonizados por inmigrantes ante la falta de trabajo está creando un áura de odio hacia ambos Países, caldo de cultivo perfecto de futuros soldados de Allah. No entro en valoraciones sobre la política de los dos Países al respecto, tan solo menciono la impresión general de la población inmigrante que está cada año sintiéndose más discriminada.

Desde luego, la inmensa mayoría de los inmigrantes, tanto legales como irregulares, en España, Italia y el resto del Mundo, de religión musulmana, son hombres y mujeres honestos que solo desean vivir en paz, con un trabajo estable y unos derechos que, como cualquier ser humano, merecen, por supuesto. Pero aquellos y aquellas fundamentalistas (como ocurre con cualquier extremista, no solo los islamistas) que además de sus convicciones ideológicas ven que las condiciones de vida no les son favorables, no dudan en “alistarse” en las filas terroristas ya que no solo les soluciona el capítulo del sustento suyo y de sus familias, sino que les permite vengarse de los Gobiernos o ciudadanos de los Países de acogida a los que consideran sus enemigos y en un término más amplio, enemigos del Islam.

Tampoco el Islam (o Islam sin el artículo, como lo prefieren los musulmanes ya que para ellos Islam no es masculino ni femenino sino todo lo que les rodea), es una religión violenta ni lo ha sido nunca; sencillamente, ciertos ideólogos la han tergiversado y corrompido su mensaje, como ha ocurrido con otras religiones, interpretadas a lo largo de la Historia como convenía a los intereses de los poderosos o de los extremistas. Decir también que hay islamistas que no abogan por la violencia sino por la política, aunque los planteamientos estén radicalizados.

 Al-Qaeda se ha establecido en Mali y en otros Países del Sahel, el sur del gran desierto del Sáhara, lo que convierte a la red liderada por Osama Ben Laden en terrorismo global presente en los cinco continentes a través de diferentes filiales:

– Yemah Islamiya de Indonesia en el Sureste asiático

 – Al-Qaeda en el Sahel para todo el norte de África
 – Movimiento Talibán, el Movimiento islámico de Uzbekistán y la Unión de la Yihad islámica en Asia Central y probablemente en el centro de África desde Nigeria, País este último en el que ha surgido otra variante Talibán

– “Batallón del Kurdistán” y “al-Qaeda en Irak” en Irán-Irak, desde donde atacan también a Turquía

– Partido Islámico del Este del Turkistán, siendo su objetivo principal la China cada vez más occidentalizada

– “Abu Sayyaf” en Filipinas

Algunos quieren incluir a los piratas somalíes entre los grupos afines a las tesis de al-Qaeda, pero no está muy claro este posible vínculo, aunque sí se ha constatado la presencia de al-Qaeda en Somalia, Etiopía y el resto de esta Región africana.

Todos estos grupos cuentan con células en otros lugares cercanos, por ejemplo, al-Qaeda en el Sahel, el antiguo AQMI, cuenta sin duda con activistas en Europa Occidental y desde luego los hay también en América, sean grupos autónomos formados en este continente o pertenecientes a otras filiales.

En su Informe sobre Terrorismo en los Países 2007, el Departamento de Estado de USA indica que a lo largo de 2007 más de 22.000 personas fueron asesinadas por terroristas en todo el mundo, un 8 % más que en 2006. Se hace también mención a lo que todos los analistas consideran un fracaso de la política antiterrorista norteamericana y europea: Afganistán, donde los atentados aumentaron en 2007 un 16%.

Igualmente se sospecha que las FARC y al-Qaeda han establecido algún tipo de contacto por el que hayan llegado a colaboraciones mutuas, especialmente en el campo de adiestramiento táctico y logístico, prestando la experiencia de unos a la actividad de los otros y viceversa, según el escenario en el que se muevan. Por ejemplo, las FARC cuentan con gran experiencia en extorsiones y secuestros, por lo que pudieran asesorar a la red de al-Qaeda en semejante actividad, en cuyo contexto se enmarcaría el reciente secuestro de los tres ciudadanos españoles en Mali, como vía para financiarse antes que utilizarlo como propaganda como tradicionalmente hacían los grupos autónomos que decían hablar en nombre de al-Qaeda, a través de espeluznantes vídeos en los que podían verse decapitaciones y otras atrocidades y que después colgaban en Internet. En cambio, la tónica actual sería utilizar el secuestro como vía de financiación tal y como llevan haciendo otros grupos terroristas durante décadas como las mencionadas FARC o ETA, así que esperemos, todos lo deseamos, que los súbditos españoles que permanecen retenidos y el resto de otras nacionalidades en cualquier lugar del Mundo, sean liberados lo antes posible y que los terroristas comprendan que el asesinato no lleva a nada, ni se logra nada con ello ni resulta eficaz para sus objetivos.

Los Estados Unidos, en su papel de garantes de la seguridad internacional como Nación más poderosa de La Tierra, se han propuesto en varias ocasiones acabar con el terrorismo internacional para lo que elaboraron su famosa lista de grupos terroristas a los que combaten cancelándoles sus cuentas en los Bancos norteamericanos y colaborando con otros Países en su persecución policial, judicial y militar. Pero la verdad es que ni esa cooperación internacional es total ni los Estados Unidos se han preocupado seriamente por acabar con todos los grupos terroristas, salvo aquellos que hayan atentado contra intereses de EEUU, lo que por otro lado resulta lógico. El caso es que la red al-Qaeda sigue creciendo sin que la política aquella de “Guerra contra el terrorismo” del gabinete Bush funcionara ya que se sabe de la presencia de células de la red de Ben Laden en 38 Países, por los atentados cometidos en todos ellos o las detenciones efectuadas por Fuerzas de Seguridad.

Todavía se tiende a meter en el mismo saco a grupos diferentes como Hezbollah o al-Qaeda, cuando pudiéramos decir que si bien se respetan, no comparten ideología: los primeros son nacionalistas pro-palestinos y luchan por la expulsión de Israel de Gaza y Cisjordania, buscando la creación de un Estado Palestino independiente, siendo este su único objetivo, no una Yihad global; pudiéramos decir que a Hezbollah, el Mundo le trae sin cuidado, su única razón de existir es la lucha por la libertad e independencia de Palestina y en un momento dado, por qué no, se habrán dicho sus líderes en más de una ocasión, la eliminación de la faz de la Tierra de toda presencia judía, pero la verdad es que no es su objetivo primordial. Es más, si Israel le diera la independencia plena a Palestina, unificando las dos franjas y dotándolas de recursos suficientes, es probable que Hezbollah se transformara en un partido político que gobernara Palestina. Ahora bien, si como se cree, es financiado en parte por Irán, Régimen que sí ha manifestado en alguna ocasión que Israel debe ser borrado del mapa, lo cierto es que resulta una incógnita lo que Hezbollah haría de conceder Israel la independencia a Palestina, si se conformaría con ello o seguiría combatiendo a las órdenes de Irán. En cualquier caso, al-Qaeda no termina de atreverse a meter sus hocicos en el corredor sirio-palestino, territorio de Hezbollah y Hamas, por temor a un enfrentamiento con Hezbollah cuyo presupuesto pudiera superar incluso al de al-Qaeda según algunas estimaciones y presente también en medio Mundo, aunque no con la idea de atentar contra Occidente sino con el objetivo de recabar apoyos y recaudar fondos en su lucha contra Israel; como mucho, atentaría contra intereses judíos en otros lugares fuera de Israel, pero no contra Occidente, al menos no de momento.

Al igual que al-Qaeda pudiera estar adquiriendo técnicas de otros grupos terroristas importantes, como las FARC, ya que en el Mundo de la globalización, también los terroristas se relacionan entre ellos, como no podía ser de otro modo,pudiera ser que otras organizaciones armadas aprendan esa exitosa vía de movilización de capitales que es el sistema “Hawala”, por el que ciertos hombres de entera confianza son los responsables de mover esos capitales sin la mediación de Bancos ni entidades financieras de ningún tipo, para lo cual solo es necesario contar con adeptos a su causa repartidos por el Mundo, con importantes recursos económicos a su disposición, haciendo imposible la investigación bancaria puesto que con el “Hawala”, no existen las cuentas corrientes ni las transferencias bancarias.

Un individuo con algún negocio más o menos próspero afín a los ideales islamistas mantiene a la célula que se halle u opere en su territorio. Los gastos que le supongan, con el interés verbal que hayan acordado, se le devolverá a su agente en el lugar de origen de la célula matriz, ya sea en forma de dinero, ya como cualquier otro recurso que necesite dicho agente en un momento dado.

El otro gran problema es Internet, la red de redes y símbolo de libertad absoluta en la que todos pueden comunicarse de cientos de modos diferentes, resultando de una gran complejidad la investigación en este movedizo terreno informático, casi sin legislación efectiva que lo regule. Los medios de comunicación resultan esenciales en la era de la globalización y al-Qaeda se adapta muy bien a los tiempos, como otros grupos terroristas: cuentan con páginas web numerosas que aparecen y desaparecen, agencias de noticias o canales de televisión y radio afines a su causa que les proporcionan una propaganda extraordinaria.

En la década presente, al-Qaeda ha pasado de emitir un solo vídeo en el que se mofaba de Estados Unidos y Occidente atribuyéndose el atentado de las torres gemelas del once de septiembre de 2001 a producir cientos de vídeos propagandísticos o de formación para sus activistas dispersos por todo el Mundo.

Desde los montes de Waziristán, se cree que Ben Laden gobierna esta red del terror, una zona nunca controlada por el ejército pakistaní por su enorme dificultad orográfica y la población en contra pero que teóricamente está rodeada por efectivos militares y sus accesos controlados. Aún así, los muyahidines entran y salen para cometer atentados en Europa como se sabe a raíz de las detenciones de varias células en España y Alemania en los últimos dos años.

Los que piensen que es impensable que acabemos por ser testigos de una grana alianza del terror a escala global se equivocan, puesto que tenemos un ejemplo no solamente en las relaciones ya comentadas entre ETA, las FARC o la propia al-Qaeda y probablemente los grupos palestinos sino también en la fusión del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate y la propia al-Qaeda, con métodos diferentes y objetivos distintos y en cambio han acabado por unirse en ese extraño grupo que es al-Qaeda en el Sahel, cuyo centro neurálgico pareciera ser el norte de Mali.

No albergo duda ninguna de que una de las maneras más eficaces de acabar con el terrorismo es proveer de recursos a las zonas más desfavorecidas para que sus habitantes, desesperados por el hambre, no acaben en manos de estos grupos que satisfacen sus necesidades más imperiosas a cambio de su adhesión. No busquemos más explicaciones ya que a los tuareg y beréberes en general les importan un bledo las proclamas islamistas, pero desde luego no van a permitir que sus familias mueran de hambre. Los tuareg son uno de los pueblos más hospitalarios del Mundo, sin embargo, si la necesidad aprieta hasta el más noble puede cambiar por tal de no ver a los suyos morir de inhalación, prestándose a cualquier causa, la comparta o no. Los ideólogos de Ben Laden saben que estas tribus serán esenciales como garantes de las rutas de abastecimiento para sus campamentos móviles en el Sahel como lo han sido las tribus en Asia Central; simplemente han importado en el Sahel lo que ya hacían, con éxito, en Afganistán y Pakistán: utilizar a tribus de beduinos para que les proporcionen rutas a través de las cuales puedan abastecerse.

Lo peor para Europa es que los adeptos que antes se veían obligados a marchar a los montes pakistaníes a entrenarse, siendo el viaje en sí mismo ya toda una aventura para ellos, ahora les resulta más corto al marchar a los campos de adiestramiento de Malí

Malí tiene una rica Historia y un pasado glorioso. Fue la sede o capital de varios imperios, como el de Ghana, el de Malí o el de Songhay y cruce de caminos desde el que se controlaban las rutas caravaneras que transportaban oro, sal, cuero, telas lujosas, esclavos… Los tuareg tienen una gran experiencia por lo tanto en atravesar el desierto de cabo a rabo y saben como pasar desapercibidos transportando lo que sea menester, como por ejemplo, armas además de que nadie como ellos soportan las extremas condiciones climáticas del desierto. No digo que todos se presten a este negocio, desde luego, pero sí que al-Qaeda se ha dado cuenta de la valía de estas tribus para sus intereses y del poco aprecio que tradicionalmente se les ha tenido por parte de los Gobiernos por cuyos territorios se mueven los bereberes, por lo que han decidido utilizarles para sus fines, a saber, abastecer a sus campamentos móviles desde los que llevar a cabo atentados y donde adiestrar a sus activistas. Tenemos un ejemplo en el tuareg Fagada, rebelde contra el Gobierno de Malí, que fue antes coronel de ejército de este País y que asaltó un cuartel militar en Kidal, robando decenas de armas.

Desde luego, si consiguen a los tuareg de Malí para su causa, será otro éxito para al-Qaeda como lo ha sido conseguir fusionarse con los salafistas argelinos, ya que los tuareg de ese pobre País africano son unos 200.000 aproximadamente.

El único ejército facultado para combatir a los tuareg asociados a los salafistas en Malí es el argelino pero esto supone entrar en territorio de un País soberano que además no puede prestarles apoyo táctico ya que su ejército no supera los 8.000 soldados y carece de los más elementales medios técnicos. Marruecos podría ayudar pero de momento no está por esa labor ya que significaría realizar maniobras conjuntas con un enemigo natural como es Argelia, País con el que compiten por los recursos naturales de la zona o con los que tienen un conflicto diplomático abierto a causa del apoyo argelino al Frente Polisario, organización a la que el Régimen alauita considera terrorista. Así que Marruecos se limita a intentar vigilar su propia frontera si bien, como podemos comprobar en numerosas ocasiones, con escaso éxito.

Por lo tanto, solo queda una opción: la fuerza multinacional ya que dudo que Estados Unidos se eche la manta al hombro e inicie otra cruzada antiterrorista por sí solos con el coste que ello conlleva, aunque tengan el AFRICOM con base en Marruecos, esto es, el mando estratégico para África de sus fuerzas militares y de todo tipo distribuidas por todo el continente; si EEUU no recibe ayuda, se limitarán a proteger sus intereses sin prestar la más mínima atención a los demás, lo que insisto en que resulta lógico ya que se acabó la época en la que Norteamérica cargaba con la defensa total de Occidente, aunque fuera un papel que ellos mismos se atribuyeran.

Así que la clave está en la Unión Europea y especialmente en Francia y España, los Países con mayores intereses en la zona.

En un País con mayoría musulmana, casi 20.000 mezquitas y cientos de ellas de corriente wahabita, esto es, la saudí, con todo lo radical que sabemos que es y sin que nadie ponga freno a la apertura de escuelas donde se enseña a los niños a ser buenos soldados de Allah y a las niñas a convertirse en esposas fieles, me temo que estamos ante un nuevo Afganistán antes de la guerra que asoló a ese País centroasiático. Con los Taliban desplazándose a Nigeria o surgiendo allí como movimiento autóctono pero con sus ideas importadas de Afganistán y Pakistán e imames procedentes de la península Arábiga sin control ninguno con respecto a sus prédicas radicales así como a los salafistas cubriendo las necesidades más imperiosas de la población, la cual vive en condiciones paupérrimas, con una Administración sin recursos y que fuera de la capital y alguna importante ciudad resulta inexistente, entonces mucho me temo que Malí está ya perdido a no ser que se lleve a cabo un plan urgente de reconstrucción de las zonas pobres, de creación de escuelas y Hospitales y de aprovechamiento de sus recursos fomentando la creación de empleo, pero no a través de una financiación directa a su Gobierno ya que el destino del dinero que se dona a Regímenes con tantos problemas nunca es efectivo ni llega a la población, sino que esa ayuda ha de ser en forma de proyectos impulsados por la Unión Europea y supervisados por sus observadores. 

No debe preocuparnos los distintos nombres que adoptan los salafistas tales como “al-Qaeda en la tierra de los bereberes” como se autodenominaron en el momento en que dejaron de ser el GSPC o posteriormente “al-Qaeda en el Magreb Islámico” o AQMI, para ser ahora “Al-Qaeda en el Sahel”, ya que todos ellos son los mismos y actúan del mismo modo, por lo que no debemos perder el tiempo en analizar por qué se llaman de un modo u otro ya que ese es el dato menos importante. 

Lo que se debe investigar es el modo en que se refugian sus mujahidines en España, Francia, Italia, Gran Bretaña y otros Países, una vez han sido convenientemente adiestrados en Malí; como consiguen pasar desapercibidos y para ello, sin duda también, las técnicas policiales de obtención de información han de refinarse y mucho y, por supuesto, reciclarse, porque estos grupos cambian de forma de proceder tan rápido como de nombre.

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Adolfo Estévez

Publicado por RED SAFE WORLD

Grupo de investigación documental y análisis de la seguridad global, la Historia Universal y los enigmas del pasado y el presente.

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